Antecedentes
En 2003, el sistema de saneamiento consistió en tres plantas que prestan servicios a las cuencas de drenaje de Old Bisbee, Warren y San José. La Planta de Tratamiento de Aguas Residuales “Mule Gulch” construida en 1941 para atender a Old Bisbee, rebasaba los límites permisibles de varios metales tóxicos en el efluente y no podía cumplir con los límites de descarga de contaminantes de manera constante. Las lagunas de las plantas de Warren y de San José fueron construidas en la década de 1970 para tratar las aguas residuales generadas en sus áreas respectivas. Sin embargo, las lagunas de Warren no contaban con revestimiento, mientras que el revestimiento de las lagunas de San José estaba dañado, lo cual permitía percolación de aguas negras sin tratamiento al manto acuífero. Además, los sistemas de alcantarillado sanitario en Old Bisbee y Warren fueron construidos a principios de la década de 1900 principalmente con tubería de arcilla vitrificada y habían alcanzado el fin de su vida útil. Se informó una cantidad considerable de atascamientos y derrames de drenaje sanitario debido a tubería deteriorada y de tamaño insuficiente, la penetración de raíces y otros problemas.
Alcance del proyecto
El proyecto consistió en el reemplazo de las plantas tratadoras con la construcción de una nueva planta de tratamiento mediante lodos activados con la capacidad de dar tratamiento primario, secundario y avanzado y satisfacer las necesidades de la comunidad por un mínimo de 20 años. También incluyó la rehabilitación o reposición de aproximadamente 146,847 pies (44.5 metros) lineales de tubería de alcantarillado sanitario con diámetros que varían de 8 a 18 pulgadas, en las secciones más deterioradas del sistema.
Beneficios
Las mejoras a los sistemas de alcantarillado y saneamiento abordaron la posibilidad de graves problemas ecológicos y de salud pública al prevenir la contaminación de las fuentes de aguas superficiales y subterráneas. La rehabilitación y el reemplazo de las redes de alcantarillado sanitario redujeron los atascamientos y derrames de aguas negras, así como resolvieron los problemas de filtración e infiltración que sobrecargaban las plantas de tratamiento y afectaban la calidad del efluente. El proyecto permitió a la Ciudad de Bisbee cumplir con todos los requisitos reglamentarios relacionados con el tratamiento de aguas residuales y el Plan de Protección de los Acuíferos del Estado de Arizona.
